Cuentan los mayores que hace mucho, mucho tiempo, tanto que ya ni siquiera apenas nadie lo recuerda, que dos semillas cayeron sobre la tierra.
LA PRIMERA SEMILLA, DIJO:
– “QUIERO CRECER”
– “QUIERO QUE MIS RAÍCES SE HUNDAN EN LA TIERRA PARA PODER AYUDAR A NACER MIS BROTES TIERNOS”
– “QUIERO ANUNCIAR ASÍ A TODOS LOS SERES LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA”
– “QUIERO SENTIRLO TODO, DESDE EL CALOR DEL SOL, AL VIENTO O EL FRESCOR DEL ROCÍO”
– “QUIERO VIVIR, SENTIR LA VIDA Y DARLA”.
Y TRAS ESAS PALABRAS, LA SEMILLA CRECIÓ.
EN CUANTO A LA SEGUNDA SEMILLA, ESTO ES LO QUE DIJO:
– YO LO QUE TENGO ES MIEDO.
– SI DEJO QUE MIS RAÍCES VAYAN HACIA ABAJO, NO SÉ QUÉ HAY EN LA OSCURIDAD, ES DESCONOCIDO PARA MÍ Y ME ASUSTA.
– SI INTENTO ABRIRME CAMINO A TRAVÉS DEL SUELO, PUEDO HACERME DAÑO EN MIS FRÁGILES RAÍCES.
– EN CUANTO AL VIENTO, SEGURO QUE ME CASTIGARÁ
– EL SOL ME QUEMARÁ CON SU FUEGO Y CUALQUIERA PODRÁ PISARME O ARRANCARME SIN REMORDIMIENTO ALGUNO.
– ES MEJOR QUE ME QUEDE QUIETA HASTA QUE ESTÉ MÁS SEGURA O ENCUENTRE GARANTÍAS DE QUE ESTA AVENTURA SALDRÁ BIEN.
Y ESTO FUE LO QUE HIZO LA SEGUNDA SEMILLA: ESPERAR. Y ENTONCES LLEGARON UNOS PÁJAROS, QUE, ESCARBANDO EN EL SUELO, LA ENCONTRARON MIEDOSA Y SE LA COMIERON.
REFLEXIÓN
"HAY QUE SER VALIENTE, ACTUAR EN EL MOMENTO OPORTUNO Y NO DEJAR LAS COSAS IMPORTANTES PARA MÁS ADELANTE COMO LE OCURRE A LA SEGUNDA SEMILLA".
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