¿Y si la paz no dependiera solo de la voluntad política?
- Rafael Marcos Aranda

- 27 jul
- 2 Min. de lectura
"Firmar la paz no es lo mismo que construirla. Lo primero se negocia, lo segundo se garantiza.”
Autor: Rafael Marcos Aranda
Mediador | Ombudsman | Profesor en gestión de conflictos y cultura de paz

Llevo décadas trabajando en escenarios de conflicto y reconciliación. Pero ha sido en la investigación académica donde he podido mirar con más detenimiento lo que marca la diferencia entre una paz frágil y una duradera. En mi trabajo de investigación en la Universitat de València he analizado, desde el prisma del Derecho Constitucional, dos experiencias fundamentales: El Salvador y Colombia.
Ambos países lograron acuerdos históricos tras décadas de guerra. Pero el resultado ha sido distinto. La diferencia clave no estuvo tanto en el texto del acuerdo, sino en su nivel de encaje constitucional.
📜 Constitucionalizar la paz no es congelarla, es protegerla
El concepto puede parecer técnico, pero su implicación es profundamente política y ética: cuando los acuerdos de paz se constitucionalizan, adquieren fuerza vinculante, garantía institucional y continuidad en el tiempo.
Colombia intentó blindar parte del acuerdo de 2016 a través de una reforma constitucional, con resultados parciales y muy debatidos. En El Salvador, por el contrario, la falta de un anclaje constitucional efectivo permitió que muchos compromisos fueran reinterpretados, debilitados o directamente ignorados.
La conclusión es clara: sin garantías normativas sólidas, la paz puede disolverse al primer giro del péndulo político.
🏛️ Paz, democracia y Estado de Derecho
Una paz sostenible necesita instituciones que la respalden. No basta con el cese de hostilidades. Se requiere una arquitectura jurídica que defienda los derechos humanos, la verdad, la justicia y la reparación.Y eso exige voluntad política, sí. Pero también exige algo más: visión constitucional.
Como dijo el jurista alemán Ernst-Wolfgang Böckenförde:
“El Estado liberal se sostiene de presupuestos que él mismo no puede garantizar.”
Precisamente por eso, la constitucionalización de los acuerdos de paz no es solo una técnica jurídica: es una apuesta de civilización.
¿Cuál crees que debe ser el papel de las Constituciones en los procesos de paz? ¿Puede el Derecho blindar lo que la política a veces no sabe cuidar?
👤 Rafael Marcos Aranda
Mediador | Ombudsman | Profesor en gestión de conflictos y cultura de paz
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